Islandia.
Hablemos de Islandia.
El primer asentamiento humano en Islandia data del año 874 cuando, de acuerdo con el Landnámabók o «Libro del asentamiento», el líder noruego Ingólfur Arnarson se convirtió en el primer colono permanente de la isla. Otros navegantes, como el vikingo feroés Naddoddr, posible descubridor, visitaron la isla hacia el año 860 para pasar en ella el invierno. Sin embargo, nunca fundaron allí un asentamiento permanente. A través de los siglos siguientes, grupos humanos de origen nórdico y gaélico se asentaron en Islandia. Hasta el siglo XX, la población islandesa dependía de la pesca y la agricultura, y desde 1262 a 1944 formó parte del reino de Noruega y, posteriormente, de Dinamarca. En el siglo XX consiguió su independencia y la economía islandesa se desarrolló rápidamente, a pesar de su aislamiento del mundo debido a su ubicación geográfica.
Hoy en día cuenta con una economía de mercado, con impuestos relativamente bajos comparados con otros miembros de la OCDE, manteniendo un Estado de bienestar que provee asistencia sanitaria universal y educación superior gratuita a sus ciudadanos. En años recientes se convirtió en uno de los países más acaudalados, y en 2009 fue clasificado por la Organización de las Naciones Unidas como el noveno país más desarrollado del mundo (actualmente ocupa el sexto puesto), además de ocupar el primer lugar en el Índice de Paz Global.
En 2008, el sistema financiero islandés sufrió un colapso, causando una fuerte contracción económica y manifestaciones que llevaron a adelantar las elecciones parlamentarias, en las que Jóhanna Sigurðardóttir ganó el puesto de primera ministra. Paralelamente cobró importancia la conocida como Revolución islandesa, una serie de protestas y movimientos de organización ciudadana que, en conjunto con el nuevo Gobierno, resultó en el encausamiento del anterior primer ministro de Islandia durante la crisis, Geir Haarde, dos referendos para decidir sobre el pago de la deuda externa de los bancos nacionales y un proceso ciudadano que desembocase en cambios en la Constitución que culminó en un borrador constitucional el 29 de julio de 2011 a debatirse en el Parlamento. Desde entonces, la economía se ha recuperado significativamente, en gran parte debido a un aumento en el turismo.
Islandia posee una sociedad desarrollada y tecnológicamente avanzada, cuya cultura está basada en la herencia nórdica. La mayor parte de la población es de origen celta y escandinavo. El idioma oficial es el islandés, lengua germánica septentrional que está muy relacionada con el feroés y con los dialectos occidentales del noruego. La herencia cultural del país incluye su cocina tradicional, su arte y su literatura.
Historia:
Una de las teorías sobre el poblamiento de su territorio actual afirma que los primeros habitantes de la isla llegaron en el siglo VIII d.C. y que eran miembros de una misión de monjes ermitaños, también conocidos como papar, provenientes de Irlanda o Escocia, aunque no existen descubrimientos arqueológicos que apoyen esta hipótesis. Se presume que los monjes dejaron la isla cuando arribaron los escandinavos, quienes se asentaron sistemáticamente en el período entre los años 870 a 930. Un artículo de la publicación Skirnir, donde se muestran los resultados de investigaciones realizadas con radiocarbono, sugiere que el país pudo haber estado habitado desde la segunda mitad del siglo VII d.C.
El primer colono nórdico permanente conocido fue Ingólfur Arnarson, quien construyó su granja en la zona de la actual capital en el año 874. Ingólfur fue seguido por muchos otros colonos emigrantes, en gran medida nórdicos, y sus esclavos irlandeses. En 930, se había ocupado la mayor parte del terreno cultivable y se fundó el Alþing, un parlamento legislativo y judicial, como centro político de la Mancomunidad Islandesa.
El culto pagano comenzó a abandonarse hacia el año 1000, con la cristianización de la isla. La Mancomunidad duró solo hasta 1262, cuando el sistema político ideado por los colonos originales se mostró incapaz de afrontar el creciente poder de los caciques islandeses sobre la población campesina.
Colonización escandinava (1262-1814):
Ósvör, réplica de un antiguo puesto de pesca a las afueras de Bolungarvík.
Las luchas internas y civiles de la era Sturlung llevaron al país a la firma del gamli sáttmáli (pacto antiguo) en 1262, tratado que lo situó bajo la Corona Noruega. La posesión de Islandia pasó a Dinamarca-Noruega a finales del siglo XIV, cuando los reinos de Noruega, Dinamarca y Suecia se unieron en la Unión de Kalmar. En los siglos posteriores, se convirtió en uno de los países más pobres de Europa. Los suelos estériles, las erupciones volcánicas y un clima implacable hacían la vida muy difícil en una sociedad cuya subsistencia dependía casi en su totalidad de la agricultura. La peste negra barrió a la población entre 1402 y 1404 y nuevamente, entre 1494 y 1495,23 cada vez matando a cerca de la mitad de los habitantes. A mediados del siglo XVI, Cristián III de Dinamarca comenzó a imponer el luteranismo a todos sus súbditos. El último obispo católico del país (antes de 1968), Jón Arason, fue decapitado en 1550 junto con dos de sus hijos. Posteriormente, el país se convirtió totalmente al luteranismo, que desde entonces es la confesión dominante.
En los siglos XVII y XVIII, Dinamarca impuso una serie de restricciones más estrictas al comercio, mientras piratas de Inglaterra y Argelia («secuestros turcos») irrumpían en sus costas. Una epidemia de viruela en el siglo XVIII le causó la muerte a alrededor de un tercio de la población. En 1783, la erupción del volcán Laki condujo a una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea. Esta duró 8 meses, acabó con quizás un 25 % de la población islandesa y produjo una nube (la "bruma de Laki") que trajo una hambruna de tres años en todo el mundo, que mató aproximadamente a 6 millones de personas en lo que se conoció como «Las Penurias en la Niebla» (en islandés: Móðuharðindin), y que se considera uno de los acontecimientos climáticos más importantes y con mayores repercusiones sociales del último milenio.
(Foto tomada desde una de la montañas)
El primer asentamiento humano en Islandia data del año 874 cuando, de acuerdo con el Landnámabók o «Libro del asentamiento», el líder noruego Ingólfur Arnarson se convirtió en el primer colono permanente de la isla. Otros navegantes, como el vikingo feroés Naddoddr, posible descubridor, visitaron la isla hacia el año 860 para pasar en ella el invierno. Sin embargo, nunca fundaron allí un asentamiento permanente. A través de los siglos siguientes, grupos humanos de origen nórdico y gaélico se asentaron en Islandia. Hasta el siglo XX, la población islandesa dependía de la pesca y la agricultura, y desde 1262 a 1944 formó parte del reino de Noruega y, posteriormente, de Dinamarca. En el siglo XX consiguió su independencia y la economía islandesa se desarrolló rápidamente, a pesar de su aislamiento del mundo debido a su ubicación geográfica.
Hoy en día cuenta con una economía de mercado, con impuestos relativamente bajos comparados con otros miembros de la OCDE, manteniendo un Estado de bienestar que provee asistencia sanitaria universal y educación superior gratuita a sus ciudadanos. En años recientes se convirtió en uno de los países más acaudalados, y en 2009 fue clasificado por la Organización de las Naciones Unidas como el noveno país más desarrollado del mundo (actualmente ocupa el sexto puesto), además de ocupar el primer lugar en el Índice de Paz Global.
En 2008, el sistema financiero islandés sufrió un colapso, causando una fuerte contracción económica y manifestaciones que llevaron a adelantar las elecciones parlamentarias, en las que Jóhanna Sigurðardóttir ganó el puesto de primera ministra. Paralelamente cobró importancia la conocida como Revolución islandesa, una serie de protestas y movimientos de organización ciudadana que, en conjunto con el nuevo Gobierno, resultó en el encausamiento del anterior primer ministro de Islandia durante la crisis, Geir Haarde, dos referendos para decidir sobre el pago de la deuda externa de los bancos nacionales y un proceso ciudadano que desembocase en cambios en la Constitución que culminó en un borrador constitucional el 29 de julio de 2011 a debatirse en el Parlamento. Desde entonces, la economía se ha recuperado significativamente, en gran parte debido a un aumento en el turismo.
Islandia posee una sociedad desarrollada y tecnológicamente avanzada, cuya cultura está basada en la herencia nórdica. La mayor parte de la población es de origen celta y escandinavo. El idioma oficial es el islandés, lengua germánica septentrional que está muy relacionada con el feroés y con los dialectos occidentales del noruego. La herencia cultural del país incluye su cocina tradicional, su arte y su literatura.
Historia:
Una de las teorías sobre el poblamiento de su territorio actual afirma que los primeros habitantes de la isla llegaron en el siglo VIII d.C. y que eran miembros de una misión de monjes ermitaños, también conocidos como papar, provenientes de Irlanda o Escocia, aunque no existen descubrimientos arqueológicos que apoyen esta hipótesis. Se presume que los monjes dejaron la isla cuando arribaron los escandinavos, quienes se asentaron sistemáticamente en el período entre los años 870 a 930. Un artículo de la publicación Skirnir, donde se muestran los resultados de investigaciones realizadas con radiocarbono, sugiere que el país pudo haber estado habitado desde la segunda mitad del siglo VII d.C.
El primer colono nórdico permanente conocido fue Ingólfur Arnarson, quien construyó su granja en la zona de la actual capital en el año 874. Ingólfur fue seguido por muchos otros colonos emigrantes, en gran medida nórdicos, y sus esclavos irlandeses. En 930, se había ocupado la mayor parte del terreno cultivable y se fundó el Alþing, un parlamento legislativo y judicial, como centro político de la Mancomunidad Islandesa.
El culto pagano comenzó a abandonarse hacia el año 1000, con la cristianización de la isla. La Mancomunidad duró solo hasta 1262, cuando el sistema político ideado por los colonos originales se mostró incapaz de afrontar el creciente poder de los caciques islandeses sobre la población campesina.
Colonización escandinava (1262-1814):
Ósvör, réplica de un antiguo puesto de pesca a las afueras de Bolungarvík.
Las luchas internas y civiles de la era Sturlung llevaron al país a la firma del gamli sáttmáli (pacto antiguo) en 1262, tratado que lo situó bajo la Corona Noruega. La posesión de Islandia pasó a Dinamarca-Noruega a finales del siglo XIV, cuando los reinos de Noruega, Dinamarca y Suecia se unieron en la Unión de Kalmar. En los siglos posteriores, se convirtió en uno de los países más pobres de Europa. Los suelos estériles, las erupciones volcánicas y un clima implacable hacían la vida muy difícil en una sociedad cuya subsistencia dependía casi en su totalidad de la agricultura. La peste negra barrió a la población entre 1402 y 1404 y nuevamente, entre 1494 y 1495,23 cada vez matando a cerca de la mitad de los habitantes. A mediados del siglo XVI, Cristián III de Dinamarca comenzó a imponer el luteranismo a todos sus súbditos. El último obispo católico del país (antes de 1968), Jón Arason, fue decapitado en 1550 junto con dos de sus hijos. Posteriormente, el país se convirtió totalmente al luteranismo, que desde entonces es la confesión dominante.
En los siglos XVII y XVIII, Dinamarca impuso una serie de restricciones más estrictas al comercio, mientras piratas de Inglaterra y Argelia («secuestros turcos») irrumpían en sus costas. Una epidemia de viruela en el siglo XVIII le causó la muerte a alrededor de un tercio de la población. En 1783, la erupción del volcán Laki condujo a una de las mayores catástrofes medioambientales en la historia europea. Esta duró 8 meses, acabó con quizás un 25 % de la población islandesa y produjo una nube (la "bruma de Laki") que trajo una hambruna de tres años en todo el mundo, que mató aproximadamente a 6 millones de personas en lo que se conoció como «Las Penurias en la Niebla» (en islandés: Móðuharðindin), y que se considera uno de los acontecimientos climáticos más importantes y con mayores repercusiones sociales del último milenio.
(Foto tomada desde una de la montañas)
—Daniela Rodríguez.
Dato curioso que en Islandia, no hay la cadena de comida rápida llamada Mc Donald's debido a que tuvo ciertos conflictos cuando se inauguro, la información que colocas es muy cierta
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