Nueva Zelanda.
Hablemos de Nueva Zelanda.
Nueva Zelanda, notable por su aislamiento geográfico, está situada a cerca de 2000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, y sus vecinos más cercanos al norte son Nueva Caledonia, Fiyi y Tonga. Debido a este largo aislamiento, en el país se desarrolló una fauna endémica dominada por las aves, muchas de las cuales se extinguieron después de la llegada de los humanos y los mamíferos que introdujeron sin ningún control. La mayor parte de la población neozelandesa es de ascendencia europea; los indígenas maoríes son la minoría más numerosa. Los asiáticos y los polinesios también son minorías significativas, especialmente en las zonas urbanas. Aunque tiene tres idiomas oficiales el más hablado, con diferencia, es el inglés.
Isabel II, como reina de Nueva Zelanda, es la jefa de Estado del país y está representada por un gobernador general, mientras que el poder ejecutivo es ejercido por el gabinete y el primer ministro. Sus ciudades se sitúan entre las de mejor calidad de vida en el mundo. Nueva Zelanda es un país desarrollado que se posiciona en lugares altos dentro de escalafones internacionales sobre muchos temas, incluyendo la ausencia de corrupción, el nivel de educación y la libertad económica, y también destaca en su índice de desarrollo humano, que lo posiciona en el décimo tercer lugar en el mundo en 2016, y sus índices de democracia, los cuales lo sitúan en la gran mayoría de las publicaciones y estudios importantes como el país más libre y con el mayor respeto a los derechos civiles en el mundo.
¿Qué sé sabe sobre la historia de esté país?
Asentamientos polinesios:
Nueva Zelanda fue uno de los territorios más tardíamente poblados. Los primeros pobladores conocidos fueron los polinesios que, de acuerdo con la mayoría de los investigadores, llegaron en canoa entre los años 1250 y 1300. Algunos investigadores sugieren que en el 150 d. C. existió otra ola de inmigrantes; años más tarde estos habitantes murieron o abandonaron las islas. A lo largo de los siglos siguientes, los inmigrantes polinesios crearon una cultura distinta, ahora conocida como maorí. La población se dividía en iwi (tribus) y hapu (subtribus) que cooperaban, competían y, en ocasiones, luchaban entre sí. En algún momento, un grupo maorí emigró a las Islas Chatham, donde desarrollaron una cultura distinta, la moriori.
Exploradores europeos
Los primeros europeos que llegaron a Nueva Zelanda fueron el explorador español Juan Fernández en 1576 y el neerlandés Abel Tasman y su tripulación en 1642. Los maoríes mataron a cuatro miembros de la tripulación y ningún europeo regresó a Nueva Zelanda hasta el viaje del explorador inglés James Cook.En 1769, Cook llegó a Nueva Zelanda y exploró casi toda la costa. Después de Cook, el territorio neozelandés fue visitado por numerosos cazadores de ballenas y focas y buques comerciales provenientes de Europa y Estados Unidos. Allí intercambiaban alimentos y bienes europeos, especialmente metales, herramientas y armas, por madera maorí, alimentos, artefactos, agua y en ocasiones, sexo.
La introducción de la patata y el mosquete transformaron la agricultura y las batallas, comenzando en el norte y extendiéndose hacia el sur. La patata fue especialmente adecuada para el clima frío y la gran altitud del país, proporcionando una fuente de alimento fiable, lo que permitió una mayor duración de las campañas militares cada vez más agresivas. Como resultado, las Guerras de los Mosquetes abarcaron más de 600 batallas entre 1801 y 1840, matando entre 30 000 y 40 000 maoríes. No obstante, las enfermedades introducidas por los colonizadores jugaron un papel aún mayor en el declive de la población maorí, que cayó cerca de un 40 % durante el siglo XIX. Desde principios del mismo siglo, los misioneros cristianos comenzaron a llegar a Nueva Zelanda, para finalmente convertir a la mayoría de la población maorí, aunque sus avances iniciales fueron principalmente entre los miembros más descontentos de la sociedad.
Nueva Zelanda, notable por su aislamiento geográfico, está situada a cerca de 2000 kilómetros al sureste de Australia en el mar de Tasmania, y sus vecinos más cercanos al norte son Nueva Caledonia, Fiyi y Tonga. Debido a este largo aislamiento, en el país se desarrolló una fauna endémica dominada por las aves, muchas de las cuales se extinguieron después de la llegada de los humanos y los mamíferos que introdujeron sin ningún control. La mayor parte de la población neozelandesa es de ascendencia europea; los indígenas maoríes son la minoría más numerosa. Los asiáticos y los polinesios también son minorías significativas, especialmente en las zonas urbanas. Aunque tiene tres idiomas oficiales el más hablado, con diferencia, es el inglés.
Isabel II, como reina de Nueva Zelanda, es la jefa de Estado del país y está representada por un gobernador general, mientras que el poder ejecutivo es ejercido por el gabinete y el primer ministro. Sus ciudades se sitúan entre las de mejor calidad de vida en el mundo. Nueva Zelanda es un país desarrollado que se posiciona en lugares altos dentro de escalafones internacionales sobre muchos temas, incluyendo la ausencia de corrupción, el nivel de educación y la libertad económica, y también destaca en su índice de desarrollo humano, que lo posiciona en el décimo tercer lugar en el mundo en 2016, y sus índices de democracia, los cuales lo sitúan en la gran mayoría de las publicaciones y estudios importantes como el país más libre y con el mayor respeto a los derechos civiles en el mundo.
¿Qué sé sabe sobre la historia de esté país?
Asentamientos polinesios:
Nueva Zelanda fue uno de los territorios más tardíamente poblados. Los primeros pobladores conocidos fueron los polinesios que, de acuerdo con la mayoría de los investigadores, llegaron en canoa entre los años 1250 y 1300. Algunos investigadores sugieren que en el 150 d. C. existió otra ola de inmigrantes; años más tarde estos habitantes murieron o abandonaron las islas. A lo largo de los siglos siguientes, los inmigrantes polinesios crearon una cultura distinta, ahora conocida como maorí. La población se dividía en iwi (tribus) y hapu (subtribus) que cooperaban, competían y, en ocasiones, luchaban entre sí. En algún momento, un grupo maorí emigró a las Islas Chatham, donde desarrollaron una cultura distinta, la moriori.
Exploradores europeos
Los primeros europeos que llegaron a Nueva Zelanda fueron el explorador español Juan Fernández en 1576 y el neerlandés Abel Tasman y su tripulación en 1642. Los maoríes mataron a cuatro miembros de la tripulación y ningún europeo regresó a Nueva Zelanda hasta el viaje del explorador inglés James Cook.En 1769, Cook llegó a Nueva Zelanda y exploró casi toda la costa. Después de Cook, el territorio neozelandés fue visitado por numerosos cazadores de ballenas y focas y buques comerciales provenientes de Europa y Estados Unidos. Allí intercambiaban alimentos y bienes europeos, especialmente metales, herramientas y armas, por madera maorí, alimentos, artefactos, agua y en ocasiones, sexo.
La introducción de la patata y el mosquete transformaron la agricultura y las batallas, comenzando en el norte y extendiéndose hacia el sur. La patata fue especialmente adecuada para el clima frío y la gran altitud del país, proporcionando una fuente de alimento fiable, lo que permitió una mayor duración de las campañas militares cada vez más agresivas. Como resultado, las Guerras de los Mosquetes abarcaron más de 600 batallas entre 1801 y 1840, matando entre 30 000 y 40 000 maoríes. No obstante, las enfermedades introducidas por los colonizadores jugaron un papel aún mayor en el declive de la población maorí, que cayó cerca de un 40 % durante el siglo XIX. Desde principios del mismo siglo, los misioneros cristianos comenzaron a llegar a Nueva Zelanda, para finalmente convertir a la mayoría de la población maorí, aunque sus avances iniciales fueron principalmente entre los miembros más descontentos de la sociedad.
Tirohia koe i muri!
—Daniela Rodríguez.
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